En Chile las técnicas de polinización natural con abejorros (Bombus terrestris) en plantaciones hortícolas se utilizan en más del 20% de las plantaciones y su uso sigue creciendo. Esta metodología posibilita un cultivo más inocuo y con mayores índices de productividad. El Grupo GHIA ofrece aquí una introducción al tema.
Durante el primer trimestre del año, el Grupo GHIA invitó a doce asesores técnicos provenientes de diferentes zonas productivas del país a capacitarse en la zona de Quillota en Chile. En esa región se visitó el establecimiento BioCruz, uno de los principales promotores de la técnica de polinización natural en ese país.
El Grupo GHIA es la organización que impulsa el desarrollo de la horticultura en el país a partir de generar espacios gratuitos de capacitación e integración entre productores y técnicos; está formada por las empresas Ipesa (plásticos para el agro), Rogers (la línea de semillas de Syngenta), Netafim (la empresa pionera en riego por goteo del mundo), Yara (líder global en nutrición de cultivos) y Syngenta (referentes en protección de cultivos).
La utilización de este tipo de abejorros para polinización en cultivos de tomate nació en Holanda. En un principio, quienes comenzaron a notar las ventajas del uso de abejorro en Chile fueron los pequeños productores.
Comprar las colmenas resultó para ellos un ahorro de tiempo y trabajo, y también contribuyó notablemente a mejorar la producción y sus índices de rentabilidad. Actualmente se utilizan en ese país con gran éxito en plantaciones de tomate, pimientos, brócoli, coliflor, pepino, sandías, melones, ají, zanahoria y perejil.
El agente polinizador:
A pesar de que las abejas son consideradas los insectos polinizadores por excelencia, múltiples investigaciones han demostrado que las condiciones climáticas son un factor determinante en la actividad de la colmena. Las especies de abejas argentinas más comunes (melíferas o criollas), no salen de sus colmenas si las temperaturas son inferiores a 12 ºC, si hay viento, lluvia o está nublado.
Además permanecen en las colmenas cuando la humedad relativa es alta. Por otra parte su lengua corta dificulta la tarea de obtener el néctar de las flores, su visita en promedio es de 8 flores por minuto y no trabajan bien dentro de invernaderos o túneles.
En cambio los abejorros (Bombus terrestris) vuelan a temperaturas entre 8 y 35ºC y son menos agresivos que las abejas. Permanecen activos durante días nublados y oscuros, mantienen su visita a las flores aún bajo condiciones de lluvia, poseen una lengua larga que le permite extraer el néctar fácilmente, con sus músculos de vuelo hacen vibrar la flor para obtener el polen y visitan en promedio 14 flores por minuto. El trabajo de un abejorro equivale al de 10 abejas.
La actividad de los abejorros es incesante ya que no dejan flor sin visitar, lo que representa una alta eficiencia ya que prácticamente todas las flores cuajan y se obtienen racimos parejos. Además desaparece el riesgo de que se pase la flor, lo cual representa un problema para los que utilizan la técnica de la hormona. Los abejorros no dejan que ninguna flor se pase.
Los frutos polinizados con abejorros alcanzan un mayor peso y calibre, además de mejorar sus características organolépticas. Al tratarse de un sistema de polinización natural, la calidad del fruto es significativamente mejor en términos de apariencia (fruto homogéneo, color más intenso), más pesado y sabroso.
Evaluaciones realizadas en tomate indican que, en promedio, un abejorro visita 14 flores por minuto, por lo que durante un vuelo que dura aproximadamente 40 minutos visita 560 flores. Cada colmena puede realizar aproximadamente 100 vuelos diarios, por lo que el total de flores visitadas es de 56.000.
Es posible que cada flor sea visitada hasta tres veces. Para calcular el número de colmenas necesarias para un invernadero de tomates se puede tomar como referencia que una colmena en buen estado puede polinizar 3.000 - 4.000 plantas, según las condiciones que presente el invernadero: temperaturas, humedad relativa, ventilación.
Las colmenas se utilizan una vez por ciclo de tomate y en producciones de alta productividad que llegan a obtener entre 14 o 16 racimos de tomate por planta.
Esta metodología también necesita de un adecuado uso de agroquímicos. Existen insecticidas aptos para acompañar esta técnica y en cuanto a los fungicidas prácticamente no hay restricciones. De todos modos con el caso de los fungicidas se debe tener la precaución de cerrar la colmena y esperar que el producto se seque en la planta antes de liberar los abejorros.
Los problemas del abejorro son básicamente dos: el primero son las hormigas que atacan las colmenas. Una colonia mediana de hormigas agresivas puede matar a una colmena en un día porque atacan a los abejorros para obtener la miel o jarabe que estos producen. La segunda es el sol. Las colmenas deben estar siempre bien protegidas de lo que es el sol directo.
Otro insumo que influye en la actividad de los abejorros son los plásticos. Los filmes que poseen tecnología antivirus bloquean determinadas gamas de los rayos de la luz del sol, y eso genera que el abejorro se "pierda" dentro de la plantación.
Cada colmena cuesta entre 90 y 100 dólares. En cada una de ellas deba haber sólo hembras y una cantidad adecuada de nodrizas cuya población parte de unas 120 nodrizas y va aumentando hasta llegar a las 400 nodrizas en 5 semanas. Una vez finalizado el período de polinización la colmena es desechada.
Esta técnica no ha llegado aún a la argentina por que no existen aún los registros y todavía no se han realizado los estudios de impacto ecológico correspondientes a las diferentes zonas del país. Como antecedente: el abejorro "bombus terrestres" no ha representado riesgo como plaga desde su introducción en Chile (se introdujo hace 10 años) y tampoco ha establecido competencias con las especies de abejas que existían en ese país.
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